¿De qué va esta web?

Bienvenida a este lugar que tiene la fachada de una web, pero que es en realidad la puerta de entrada a tu vida deseada.
Me da tanta alegría que estés aquí que te digo nuevamente: «Bienvenida!».

Bienvenida a este lugar donde tu vida va a transformarse en la vida que elijas para ti. Realmente estoy muy feliz por que estás aquí.

Desde el primer post, desde mi primera conversación te tuve frente a mí y mi plan desde el comienzo fue que esta web se convirtiera en un trayecto hacia un destino.
Un trayecto que vamos a trayectar juntas y en el que siempre encontrarás las indicaciones y la motivación para seguir adelante hasta tu logro.

¿Por qué decidí comenzar esta web? Porque ya recorrí este camino, ya estuve durante mucho más tiempo del que hubiera querido viviendo una vida que no elegí, conviviendo diariamente con la insatisfacción, asumiendo todas las responsabilidades, haciendo más, buscando a tientas algo que me diera satisfacción sin hacerle espacio realmente para que pudiera convertirse en parte de mi vida.

Todo este camino recorrido con tanto esfuerzo, sola y sin la comprensión de lo que tendría que hacer para cambiar y para vivir una vida que fuera mi vida, elegida por mí, de la cual me sintiera satisfecha y orgullosa, una vida que me entusiasmara vivir, hizo que me graduara en la expertice de implementar hábitos, porque te puedo asegurar que probé todo sin saber realmente lo que estaba haciendo pero con la firme convicción, de que que había una vida linda para mí y que de mí dependía encontrarla, hacerle espacio y convertirla en mi realidad.

Ese mismo camino me llevó también a dar nombre a este espacio. Elegí llamarlo Luzzabal porque resume mis raíces y mi propósito. De mi madre heredé la Luz; de mi padre, parte de su herencia vasca el vocablo Zabal que significa abierto, expansivo y extenso (en el sentido de ir más allá). Y de unirlos nació un nombre que expresa lo que quiero trasmitir e inspirar.

Mi trayecto acabó siendo mi facultad para graduarme como «experta en implementación de hábitos transformadores» (a base de prueba y error) en mi camino hacia el destino que elegí.

Ahora viviendo la vida que me gusta finalmente tuve la necesidad de compartirlo con cada mujer que esté donde estuve, y asegurarles que si yo lo conseguí, todas lo podemos hacer.

Solamente necesitas sentir el deseo de tener una vida personal que te llene de satisfacción y que te impulse a saltar de la cama del entusiasmo, cada día, para vivirla.

Porque me imagino caras felices, este no podía ser un simple blog con artículos desvinculados unos de otros, consejos aislados, soluciones parche.
Tenía que recorrer nuevamente mi propio camino, probarlo para confirmar si era así que me había funcionado y recién entonces compartirlo.

Este camino tiene etapas, para que en cada etapa del viaje encuentres un logro, y la motivación necesaria para continuar. Etapas prácticas, una secuencia de etapas, que comienzan:

Simplificando tu vida, BÁSICO Y FUNDAMENTAL, para poder prestarte atención a ti misma, dejar de escuchar todo el barullo alrededor y para eso nada como el MINIMALISMO.
Aquí no vas a aprender cómo hacerlo, porque abunda contenido sobre este asunto y yo creo que es un proceso personal e intuitivo, aunque al principio buenas ideas siempre vienen bien. Aquí sí vas a comprender el para qué del minimalismo. Y entonces lo vas a integrar a tu vida diaria sin dudar.

…y continuamos el viaje, porque cuando el ruido visual disminuye nos damos cuenta con mayor claridad del barullo que tenemos dentro, del exceso de información, del exceso de opiniones, del exceso de creencias inútiles, de responsabilidades, de compromisos y entonces llegamos a la etapa en el camino donde nos detenemos para aprender a hacer MINIMALISMO MENTAL , que va a traer como consecuencia inevitable a tu vida el minimalismo emocional y químico, aquel que se siente en el cuerpo.

Y a partir de ahora comenzarás cada día a disfrutar más del viaje, a estar más cómoda contigo; en esta etapa ya estarás siendo capaz de relajarte, de tener momentos de leveza y alegría y es ahí donde vas a encontrar la parada de la FELICIDAD. Felicidad pobrecita que estaba ahí sin usar, cubierta por tantas cosas, debajo de tantas capas.

Y estamos hablando de felicidad verdadera, de regocijo, no de «momentos» de felicidad, de aquellos que nos da comprar, consumir, llegar allá.
Cuando todo en tu vida dejó de hablarte y convencerte de que los necesitas y los tienes que atender, descubres que la felicidad está a TU disposición y depende de ti disfrutarla, y entonces la vas a alimentar para que se quede contigo y nada ni nadie nunca se la pueda llevar.

Y este gran acontecimiento, lo vas a querer registrar, estás emprendiendo, quién sabe, el viaje más importante de tu vida. Con absoluta seguridad te digo que lo vas a querer registrar paso a paso. Claro que si!

Registrar es seguirte el rastro, anotar lo que hiciste, cómo te sentiste y qué aprendiste.

Ese rastro es tu seguimiento y también tu combustible: en los días flojos te recuerda que sí avanzas y para los mejores días y los mejores momentos vas a tener un lugar donde guardarlos para siempre. Y para eso necesitamos un lugar: un espacio propio donde el proceso quede vivo y se lea como un mapa.

A ese lugar yo lo llamo Brújula y Agenda: una agenda que, en principio, creé para mí; que surgió de mi necesidad de ir anotando el proceso, de planear el día siguiente, de automotivarme para continuar y, sobre todo, de recordar adónde quería llegar —y que atrás no había nada a lo que quisiera retornar.

Brújula y Agenda está hoy aquí para ser tu mapa, tu brújula, tu pasaporte, tu álbum de fotos, tu mejor amiga… y tú decides qué más.

Ahora estamos llegando a la etapa del camino donde comenzamos a explorar, la parte del camino más divertida, tan divertida como explorar un baúl y encontrar cosas que amamos y entonces nos convertirnos en exploradoras de baúles (no es ningún secreto para nadie que uno de los baúles más lindos es Pinterest). Cuando comenzamos a guardar nuestros hallazgos por temas, descubrimos como hay cosas que nos llaman la atención una y otra y otra vez, que nos indican el camino de nuestras preferencias, de quien somos, de los que nos gusta, y empiezan a surgir ideas como de un manantial y cuanto más atención le prestamos más ideas aparecen, ese «algoritmo mental», tiene un nombre sistema de activación reticular ascendente , es nuestro cuerpo trayéndonos más de lo que estamos buscando hasta que finalmente conseguimos armar lo que muchos llaman nuestro propósito, pero que personalmente me gusta llamar simplemente « lo que te hace feliz» que es tu IKIGAI.

En ese estado divertido, lúdico, conectado empezamos como adultos que somos, a traer toda esa información tan nuestra y «armarnos»» para que esos descubrimientos tengan sentido en nuestra realidad y convertirlos en nuestro modo de vida, y nuestro sustento, un sustento que ya no provenga del sacrificio, ni de la obligación sino del entusiasmo de SER y EJERCER quiénes somos y disfrutarlo para vivir en el fluir, para que nuestra vida sea un constante estado de FLOW, NUESTRO DESTINO.